Vakantieverhuur in Pumanque

Lugar mágico! Nos sentimos como en casa, agradecemos a Pelusa y Claudio por su amabilidad y pronta respuesta. El alojamiento impecable, cómodo, seguro, con tinaja privada siempre calientita y sonido de mar de fondo! Cabaña ideal para parejas que quieran desconectarse de todo y disfrutar de la naturaleza! Volveremos nuevamente sin dudas

Me encantó el lugar super tranquilo para descansar, y la señora María paz y Mauricio siempre atento, me dieron un tour quedé encantada 🥰

Perfecto ambiente para compartir con pareja, amigos y familiares

Lugar muy tranquilo y cerca de la playa. Todo limpio y la casa muy bien cuidada. Volveríamos de todas maneras!

Excelente lugar, y las cabañas muy bien equipadas. Lo único que mejoraría son las luces de la terraza.

Lugar increíble para desconectarse de la ciudad, pero sin dejar de tener las comodidades de tu casa, una habitación excelente para descansar en pareja, bastante grande. Destacar la limpieza, el cambio de toallas y paños diarios. Recomendados para los que andan en auto y no tienen problemas de estar moviéndose en él.

El lugar es una excelente alternativa para desconcertar y disfrutar de un entorno maravilloso…. Cristobal un excelente anfitrión. Sin duda volveríamos por más días…

Disfrutamos de una estadía maravillosa en familia. La casa es preciosa, cómoda y está perfectamente equipada para descansar y relajarse, con una hermosa vista al lago que invita a desconectarse por completo. Ruth, la anfitriona, fue muy cordial y atenta, respondiendo siempre a nuestras consultas de manera amable y rápida. La comunicación fue fluida y agradable en todo momento.

Nos hospedamos en Cabañas Lomita Quebrada en Punta de Lobos, Pichilemu, y fue una excelente experiencia. Las cabañas tienen un diseño tradicional de madera sobre pilotes y están limpias y ordenadas. Cuentan con buenas vistas al mar o la quebrada, cocina a gas equipada con platos y servicio, estufa a gas, frigobar, TV por cable (sin WiFi) y un baño amplio y limpio. La cama es cómoda e incluye toda la ropa de cama. El terreno es amplio, con espacio para estacionar, y las cabañas están bien separadas, garantizando privacidad y tranquilidad. Lo mejor fue el silencio y la paz del lugar. La playa está a solo 200 metros. Para otras actividades, se recomienda vehículo. Phillip, el anfitrión, es muy amable y atento, siempre dispuesto a ayudar y dar recomendaciones. Definitivamente volvería y recomiendo estas cabañas para quienes buscan descanso en un entorno natural.